7 - SONETO DE LA DULCE QUEJA
Tengo miedo a perder la maravillade tus ojos de estatua y el acento que me pone de noche en la mejilla la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla tronco sin ramas, y lo que más siento es no tener la flor, pulpa o arcilla, para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,si eres mi cruz y mi dolor mojado, si soy el perro de tu señorío.
No me dejes perder lo que he ganadoy decora las aguas de tu ríocon hojas de mi Otoño enajenado.
8 - NOCHE DEL AMOR INSOMNE
Noche arriba los dos con luna llena,yo me puse a llorar y tú reías.Tu desdén era un dios, las quejas míasmomentos y palomas en cadena
Noche abajo los dos. Cristal de pena,llorabas tú por hondas lejanías.Mi dolor era un grupo de agoníassobre tu débil corazón de arena.
La aurora nos unió sobre la cama,las bocas puestas sobre el chorro helado de una sangre sin fin que se derrama.
Y el sol entró por el balcón cerrado y el coral de la vida abrió su rama sobre mi corazón amortajado.
9 - EL POETA PREGUNTA A SU AMOR POR LA CIUDAD ENCANTADA DE CUENCA
¿Te gustó la ciudad que gota a gota labró el agua en el centro de los pinos? ¿Viste sueños y rostros y caminos y muros de dolor que el aire azota?
¿Viste la grieta azul de luna rotaque el Júcar moja de cristal y trinos? ¿Han besado tus dedos los espinos que coronan de amor piedra remota?
Te acordaste de mí cuando subías al silencio que sufre la serpiente, prisionera de grillos y de umbrías?
¿No viste por el aire transparente una dalia de penas y alegrías que te mandó mi corazón caliente?
10 - EL POETA HABLA POR TELÉFONO CON EL AMOR
Tu voz regó la duna de mi pecho en la dulce cabina de madera. Por el sur de mis pies fue primavera y al norte de mi frente flor de helecho.
Pino de luz por el espacio estrecho cantó sin alborada y sementera y mi llanto prendió por vez primera coronas de esperanza por el techo.
Dulce y lejana voz por mí vertida. Dulce y lejana voz por mí gustada. Lejana y dulce voz amortecida.
Lejana como oscura corza herida. Dulce como un sollozo en la nevada. ¡Lejana y dulce en tuétano metida!
11 - EL AMOR DUERME EN EL PECHO DEL POETA
Tú nunca entenderás lo que te quiero porque duermes en mí y estás dormido. Yo te oculto llorando, perseguidopor una voz de penetrante acero.
Norma que agita igual carne y lucero traspasa ya mi pecho doloridoy las turbias palabras han mordido las alas de tu espíritu severo.
Grupo de gente salta en los jardinesesperando tu cuerpo y mi agoníaen caballos de luz y verdes crines.
Pero sigue durmiendo, vida mía.Oye mi sangre rota en los violines.¡Mira que nos acechan todavía!